Cuando el cancer es inevitable
Hoy
en día el Estado soporta sobre sus espaldas maltrechas las
responsabilidades de un Dios omnipresente, pero poco efectivo, al que el
pueblo, cansado de su inacción, postergó al olvido, poniendo en su
lugar al Estado como ente extraterrenal en la tierra, cumplidor de los
deseos y caprichos de un pueblo acomodado en lo superficial y en el
exceso material. Un pueblo que no es capaz de crecer desde lo
individual, sino que necesita que el colectivo le haga crecer, sea como
sea. PUESTOS EN ESTA TESITURA, EL CANCER ES INEVITABLE.